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Se necesita un nuevo paradigma para la regulación del tabaco

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La oposición a la reducción de daños del tabaco es consecuencia de la intransigencia y la falta de atención a la ciencia. Estamos en un momento decisivo para cambiar de rumbo.

Tradicionalmente, la regulación del tabaco se ha especializado en controlar el acceso a los cigarrillos a través de impuestos, prohibiciones publicitarias y advertencias en los paquetes, prohibiciones sobre el consumo público y el acceso de los jóvenes, y toda una gama de regulaciones para reducir el número de muertes y enfermedades causadas por la forma más peligrosa de consumir nicotina.

Luego, en 2006 surgió una tecnología disruptiva: el dispositivo de vapeo que permite a los consumidores disfrutar de la nicotina (sí, disfrutar) sin todos los riesgos derivados de encender un cigarrillo. Productos sin humo y snus existen hace mucho más tiempo, pero podría decirse que ha sido la revolución del vapeo lo que sacó a la luz los beneficios para la salud de estos otros no combustibles a través de nuevas pruebas epidemiológicas y clínicas.

El peso de los argumentos científicos y médicos ahora es abrumador para ayudar a los fumadores a cambiar de los productos de tabaco combustibles hacia productos de nicotina más seguros (SNP).

Sin embargo, como Clive Bates destacó recientemente, la oposición tajante a la reducción del daño del tabaco (THR) está bien organizada y bien financiada. Es oposición, argumentó, basada en una desconfianza instintiva hacia la innovación y una oportunidad para que los ya cansados guerreros de las guerras del tabaco se revitalicen en una nueva batalla contra las fuerzas oscuras de las grandes tabacaleras.

Se necesita un cambio de perspectiva

Pero si la verdadera preocupación por la epidemia del tabaquismo pudiera girar en torno a la salud pública en lugar de las agendas morales que señalan virtudes contra el uso de la nicotina, se consideraría seriamente la posibilidad de volver a redactar el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT).

La reglamentación debe distinguir fundamentalmente entre productos combustibles y no combustibles, no entre tabaco y no tabaco. Es cierto que los tipos más peligrosos de productos sin humo son populares, especialmente en Asia, pero cada viaje comienza con un paso, y volver a redactar el enfoque del CMCT sería uno enorme.

La primera salva de esta revolución la lanzaron Knowledge-Action-Change (K • A • C) y la National Nicotine Alliance (NNA) del Reino Unido. Lo hicieron en sus presentaciones a la consulta titulada concisamente del Departamento de Salud del Reino Unido sobre las Regulaciones del Tabaco y Productos Relacionados 2016 y el Reglamento de Envasado Estandarizado de Productos de Tabaco de 2015.

El llamado principal es a que las regulaciones cambien el enfoque para poner el énfasis con precisión en reducir el riesgo para la salud de los consumidores. Esto pone distancia entre los cigarrillos y productos similares, por un lado, y los productos de tabaco para vaporizar y calentados, así como el snus sin humo, por el otro.

No debe haber diferenciación basada en el riesgo dentro de la categoría de no combustibles, pero los consumidores deben poder acceder a información precisa sobre los diferentes perfiles de riesgo de los diversos productos en el mercado.

El Brexit: una oportunidad

A la luz de la salida del Reino Unido de la UE, tanto NNA como K • A • C están presionando al gobierno del Reino Unido para que sea coherente con su respuesta inteligente al vapeo y ahora adopte todos los SNP mientras prescinde de las medidas anti-THR consagradas en la Directiva de la Unión Europea (TPD) sobre los productos de tabaco.

Es importante destacar que este enfoque de reducción de daños por tabaquismo no busca reemplazar la política actual sobre el tabaco, sino complementarla para ayudar a quienes, por cualquier motivo, no pueden o no desean dejar la nicotina. Tampoco intenta socavar ninguna otra vía para dejar de fumar, como la consejería, las terapias de reposición de nicotina (TRN) o la medicación.

De la misma manera que el Reino Unido ha sido pionero en una respuesta de salud pública basada en la evidencia a favor del vapeo, también podría liderar el camino hacia estar reformas en el mundo, sobre todo porque es un importante contribuyente a las finanzas de la Secretaría del CMCT de la OMS (proporciona el 70% de la financiación anual).

En el camino hacia un Reino Unido libre de humo de tabaco el imperativo es brindar a los fumadores todas las oportunidades para dejar de fumar y no poner barreras innecesarias en el camino, como actualmente hace la TPD de la UE. Como dice la presentación de la NNA, un enfoque de THR “funciona a través de las fuerzas del mercado, confiando en la innovación del sector privado y, lo que es más importante, en las opciones libres de los consumidores para proteger su propia salud y bienestar”.

Un momento decisivo

Sin duda, la OMS todavía querrá promover la distancia entre la salud pública y la industria tabacalera, pero un cambio radical en el CMCT haría que cualquier nueva orientación sea más matizada. Si la OMS aceptara el concepto de THR como una forma legítima de abordar la muerte y las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, tendría que sentarse con los fabricantes de productos THR de la misma manera que habla con la industria farmacéutica sobre TRN.

Pero Big Tobacco también fabrica productos THR. ¿Y qué? La OMS no parece tener ningún problema con que China tenga un asiento alrededor de la mesa de delegados del CMCT, un país con la compañía tabacalera más grande del mundo, que además es 100% propiedad del Estado.

La reducción de daños está incluida en el CMCT porque los arquitectos de la Convención se sentaron con la industria que en ese momento estaba tratando de desarrollar productos de nicotina más seguros; pero finalmente fracasó. Aun así, como podría haber innovación a tiempo, se estableció el compromiso de revisar la Convención a la luz de nuevas evidencias tecnológicas, científicas y clínicas.

La dirección actual de los miembros del CMCT es perversamente opuesta a la evidencia. Lo que la OMS (en connivencia con la UE) parece estar preparando para la próxima reunión de la COP es una derogación de los tratados internacionales de salud pública. Estos tratados subrayan la importancia de la salud para todos, sin que nadie se quede atrás (ni siquiera los fumadores), y de la oportunidad para que cada ciudadano determine su propia salud.

Fuentes


Este artículo lo produjo Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].

Harry Shapiro
Harry Shapirohttps://nicotinepolicy.net/blogs/harry-shapiro
Harry Shapiro es un importante escritor, periodista y editor britanico especializado en todos los aspectos del uso y la adicción a las drogas y también en la música popular, rock, jazz y blues. Actualmente es director de DrugWise, un servicio de información sobre drogas en línea, y activo en el mundo de la reducción del daño del tabaco a través del Foro Global sobre Nicotina.

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