El caso de Estados Unidos parece indicar que con más impuestos al vapeo solo se conseguirá aumentar el tabaquismo.
En todo Estados Unidos los legisladores locales y estatales proponen promulgar nuevos impuestos o aumentar los impuestos especiales existentes sobre los cigarrillos electrónicos. Algunos están introduciendo estas medidas aparentemente para abordar el vapeo entre los jóvenes. Otros quieren imponer impuestos que coincidan con los impuestos existentes sobre cigarrillos y otros impuestos al tabaco.
Algunos, como el gobernador de Virginia Occidental, Jim Justice, han introducido indignantes impuestos al vapeo para generar ingresos que permitan eliminar otros impuestos.
¿Por qué gravar el vapeo es mala idea?
Es poco probable que gravar los productos de vapeo sea eficaz para abordar las preocupaciones de los legisladores. Los datos de las encuestas entre jóvenes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que las tasas de vapeo entre los estudiantes de secundaria aumentaron entre 2017-2019, después de que se impusieron impuestos al vapeo en varias jurisdicciones.
Y, por supuesto, estos movimientos también ignoran el potencial de reducción de daños del vapeo. Los cigarrillos electrónicos son significativamente menos dañinos que los cigarrillos combustibles. Incluso el excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos, Scott Gottlieb, que no ha sido un defensor destacado del vapeo, afirmó que los cigarrillos electrónicos «ofrecen una oportunidad importante para que los adultos abandonen el tabaco combustible».
“De ocho estados que tenían impuestos a los cigarrillos electrónicos antes del comienzo de ese año, siete vieron un aumento en las proporciones de fumadores adultos jóvenes después de que su impuesto estatal a los cigarrillos electrónicos entró en vigencia”.
A pesar de todo esto, los legisladores aún continúan ofreciendo legislación que impone impuestos punitivos sobre los productos de reducción de daños del tabaquismo. Deben saber esto: si bien los impuestos al vapeo no han podido reducir el consumo de los jóvenes, podrían estar ayudando a aumentar las tasas de tabaquismo entre los jóvenes de 18 a 24 años que, hasta que se impusieron tales impuestos, estaban en mínimos históricos, según encuestas de los CDC.
Los datos de la Encuesta de vigilancia de factores de riesgo conductual (BRFSS) de los CDC se limitan a 2019 e identifican las proporciones de diferentes grupos de edad entre los fumadores actuales en un estado determinado, en lugar de sus números absolutos. Pero de ocho estados que tenían impuestos a los cigarrillos electrónicos antes del comienzo de ese año, siete vieron un aumento en las proporciones de fumadores adultos jóvenes después de que su impuesto estatal a los cigarrillos electrónicos entró en vigencia.
Algunos ejemplos:
Por ejemplo, el impuesto al vapeo en California entró en vigor en 2017, cuando el 6,7 por ciento de los fumadores actuales en el estado dorado tenían entre 18 y 24 años. En 2018 esta proporción había aumentado en un 34 por ciento, al 9 por ciento.
El impuesto a los cigarrillos electrónicos en Delaware entró en vigor en 2018, cuando solo el 10,5 por ciento de los fumadores actuales tenía entre 18 y 24 años. En 2019 había aumentado en un 48,6 por ciento, llegando a 15,6 por ciento.
El enorme impuesto al por mayor del 40 por ciento de Pensilvania cerró casi un tercio de las tiendas de vapeo cuando entró en vigencia a finales de 2016. También vio un aumento de las tasas de tabaquismo entre el mismo grupo de edad. En 2016, solo el 12,6 por ciento de los fumadores actuales en el estado de Keystone tenía entre 18 y 24 años. En 2017, aumentó en un 19 por ciento, llegando a un 15 por ciento. (Esto es similar a las tasas de tabaquismo antes del impuesto, ya que en 2015 el 15,3 por ciento de los fumadores actuales eran adultos jóvenes).
Otros estados, incluidos Kansas, Luisiana, Minnesota y Virginia Occidental, vieron aumentos en las tasas de tabaquismo entre los adultos jóvenes en los años posteriores al aumento de impuestos.
De hecho, el único valor atípico en la serie fue Carolina del Norte, con un impuesto de $0,05 por mililitro que entró en vigencia en 2015, pero las tasas de tabaquismo no han disminuido consistentemente allí. En 2015, el 22,9 por ciento de los fumadores actuales en el estado tenía entre 18 y 24 años; estos números disminuyeron al 16,9 por ciento en 2016 y al 13 por ciento en 2018. Desafortunadamente, las tasas de tabaquismo entre los adultos jóvenes aumentaron en 2019, al 15,6 por ciento de los fumadores actuales de Carolina del Norte.
Efectos adversos
Ahora, todos estos son datos de correlación precursores. Pero proporcionan una sugerencia convincente de que hacer que los vaporizadores sean menos asequibles para los adultos jóvenes aumenta la probabilidad de que fumen en lugar de vapear.
Además, estudios revisados por pares han encontrado que las altas tasas impositivas sobre los cigarrillos electrónicos aumentan el tabaquismo o evitan que los fumadores adultos pasen a alternativas menos dañinas.
Un estudio de 2019 publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica (National Bureau of Economic Research) concluyó que los impuestos sobre los productos de vapeo «aumentarán la compra y el uso de cigarrillos». Otro estudio de 2019 publicado en SSNR examinó el impacto del vapor tax de 95 por ciento del cigarrillo electrónico en Minnesota y encontró que la tasa impositiva «aumentó el tabaquismo de adultos en relación con lo que habría sido sin [el] impuesto».
Aunque los impuestos a los cigarrillos electrónicos no parecen reducir el vapeo entre los adolescentes más jóvenes -tal vez porque es más probable que reciban apoyo financiero de los padres que los mayores- hay otras amenazas para este grupo de edad.
Entre los estudiantes de secundaria las tasas de tabaquismo están en mínimos históricos. Según los CDC, en 2019, el 24,1 por ciento informó haber probado cigarrillos combustibles alguna vez, solo el 6 por ciento informó haber fumado cigarrillos en el último mes y solo el 1,1 por ciento informó haber consumido cigarrillos a diario.
Pero, lamentablemente, otras medidas de los legisladores, incluidas las prohibiciones de los productos de vapeo, han coincidido con cambios locales en la disminución de las tasas de tabaquismo juvenil.
Por ejemplo, San Francisco prohibió los cigarrillos electrónicos con sabor en 2018. Entre 2017 y 2019, el consumo de cigarrillos en el último mes entre los estudiantes de secundaria aumentó en un 38,3 por ciento, del 4,7 por ciento al 6,5 por ciento.
Conclusión
Los productos de vapeo han ayudado a millones de adultos estadounidenses a dejar de fumar. Los legisladores deben tener cuidado con la imposición de impuestos draconianos sobre estas herramientas de reducción de daños.
La evidencia continúa sugiriendo que tales impuestos en realidad aumentan las tasas de tabaquismo y que las medidas supuestamente introducidas para reducir los daños, por lo tanto, los están creando.
Publicación original: To Increase Smoking Rates Among Young Adults, Keep Hiking Vape Taxes
Este artículo lo tradujo y adaptó al español el equipo de Vaping Today. Si encuentra algún error, inconsistencia o tiene información que pueda complementar el texto, comuníquese utilizando el formulario de contacto o por correo electrónico a [email protected].
